El programa comenzó a emitirse a principios de 1982 teniendo como núcleo principal varios componentes de Xeerox con una línea muy ecléctica que al final llevó a Magda Redondo y Mario Almonacid a crear su propio programa “La noche de los zombies”, tras lo cual me encargué de la realización y presentación en solitario hasta 1987 fecha de cierre forzoso por orden gubernativa.

En 1991 se reemprenden las emisiones en Radio Pica y también en el programa teniendo en esta nueva etapa , que duraría hasta 1996,como principal novedad la alternancia de presentación con Andrés Noarbe ocupándose principalmente de novedades y yo principalmente de monográficos a la que también contribuyeron otros colaboradores como Paul Paulun o Polypodium Borametz (Miguel Angel Ruiz).

Cuando comenzé a pensar en como podía ser el programa que nos habían propuesto, me atraía enormemente una experiencia que pocos años antes había tenido: tras un corte en el suministro de luz acudí a escuchar la radio, tenía el presentimiento que era en toda la ciudad e incluso a más zonas, en efecto al mover el dial no se sitonizaba ninguna emisora hasta que en un punto ya casi al final y de manera muy lejana sonaba “Leader of the Pack” de las Shangri-Las, cuyos rugidos de motocicletas de fondo se mezclaban con el ruído del espectro radiofónico, después de esta señal y hasta el final de nuevo prácticamente silencio. Esta conjunción de música, ruído y silencio me llevó a bautizar el programa como Los Silencios de la Radio. Otra fuente de atracción eran esos sonidos y voces como de espíritus vivos o muertos que tanto fascinaban a Marinetti capturado por mediums como Jean Cocteau en su film Orphee y Kraftwerk en varios pasajes de Radio Aktivitat, de estas dos fuentes saldría una de las sintonías

La línea habitual sería la difusión de diferentes muestras de música electrónica en consonancia con otros programas en la misma emisora que también se ocupaban de otro tipo de músicas por entonces claramente minoritarias realizadas la mayoría de los casos por músicos con una gran capacidad de recibir y trasmitir el interensatísimo material que se estaba produciendo en sectores ignorados por la radio oficial al igual que trabajos en video cuyo rechazo en varios estamentos de la “alta cultura” me llevó a exhibirlos en lugares como un pub polinésico como fue el caso de los de SPK con los que un tiempo después acudí junto a Salvador Picarol en la televisiva La Edad de Oro.